De los ocho estados cuyas
circunscripciones sufrieron cambios,
Súmate solicita al directorio del
Consejo Nacional Electoral explicar al
país especialmente cuáles fueron los
criterios técnicos que condujeron a la
modificación correspondiente a seis de
ellos (Carabobo, Distrito Capital, Lara,
Miranda, Táchira y Zulia), que
concentran el 50,53 por ciento de la
población electoral y eligen a 63
diputados.
Esta organización ciudadana desmiente la
afirmación de la presidenta del CNE
Tibisay Lucena, al decir que se habían
respetado los criterios
utilizados en el pasado para la
conformación de estas áreas geográficas
electorales, entre ellos el de tradición
electoral y los principios fundamentales
de equilibrio, equidad y justicia
electoral (principio de legalidad); y el
de similitud en la continuidad
geográfica, económica, social y cultural
(principio de homogeneidad); cuando en
realidad produjeron cambios profundos en
las circunscripciones de los estados del
país que tradicionalmente han sido
adversos al oficialismo, que como
resultado de un análisis exhaustivo, se
concluye que pretende restarle
representación en el parlamento a la
mayoría democrática del país.
Como ejemplo de esta manipulación en la
conformación de las circunscripciones
está el caso del Distrito Capital, que
ahora tendrá cinco circunscripciones con
derecho a elegir siete diputados
nominales. En este caso particular, de
acuerdo a esta organización con
experticia en materia electoral, hay
varios cambios que pudieran afectar los
resultados de los sectores que adversan
al gobierno nacional. Uno de ellos es la
eliminación de la circunscripción que
conformaban las parroquias El Paraíso y
La Vega, cuyos electores antes tenían el
derecho de elegir un diputado, para
sumarlas ahora a las parroquias Macarao,
Antímano y Caricuao, que en el pasado
también conformaban un circuito con un
diputado; y ahora la convierten en uno
solo circuito con derecho a dos
diputados. De acuerdo con esta
organización, la opción partidista que
obtenga la mayoría simple de los votos
obtendrá estos dos curules en la
Asamblea Nacional. Súmate exige asimismo
al CNE explicar las razones por las que
dividió a las parroquias Sucre y 23 de
Enero, que en el pasado conformaban una
sola circunscripción, en dos nuevos
circuitos, con la suma de otras
parroquias para cada una de ellas.
Dentro del estado Miranda destaca
también el caso de los municipios Chacao,
Baruta y El Hatillo, que anteriormente
formaban una unidad geográfica
electoral, pero que en la nueva
conformación le fue anexada la parroquia
Leoncio Martínez, separándola del
Municipio Sucre. Aquí también queda
demostrado que se pretende unir el voto
opuesto al gobierno nacional, y
restárselo a la parroquia Petare.
Llama la atención la forma como fue
fragmentado el municipio Sucre, en el
que la parroquia Petare forma ahora una
sola circunscripción, con derecho a
elegir un diputado; mientras
las parroquias Caucagüita, La Dolorita y
Filas de Mariches de esta misma
localidad municipal fueron unidas a los
municipios Plaza y Zamora para escoger
otros dos diputados, donde el análisis
de los resultados históricos es
favorable al oficialismo.
Otro caso que demuestra la manipulación
fue la división de las circunscripciones
en el estado Zulia. El municipio
Maracaibo pasó a estar conformado por
cinco circunscripciones para elegir
igual número de diputados nominales,
cuando hasta ahora formaba una sola
entidad electoral que elegía cuatro
diputados.
En los estados Carabobo y Lara los
cambios buscan agrupar en una
circunscripción votos que
tradicionalmente han sido opuestos al
oficialismo. En Carabobo se conformó una
circunscripción con los municipios
Naguanagua, San Diego y las parroquias
San José, El Socorro, Candelaria y San
Blas del norte del municipio Valencia.
En Lara se desmembró el municipio
Iribarren, de manera de agrupar las
parroquias Catedral y Santa Rosa con los
municipios Palavecino y Simón Planas.
La manipulación de las principales
circunscripciones electorales,
en la que resalta la agrupación
discrecional de municipios con
parroquias, fue justamente una de las
irregularidades denunciadas por Súmate
sobre la inconstitucional Ley de
Procesos Electorales aprobada por la
Asamblea Nacional el año pasado;
además del diferimiento de las
elecciones de Concejos Municipales y
Juntas Parroquiales y el nombramiento de
dos rectores y sus cuatro suplentes sin
cumplir con el requisito fundamental de
no estar vinculados con ningún partido;
son muestras de cómo el gobierno
continúa intentando aplicar el
ventajismo y la instauración de un
diseño electoral parcializado y poco
transparente.
Sin embargo, estos nuevos obstáculos,
violaciones e irregularidades exigen que
los venezolanos asumamos como
indispensable la creación de una
plataforma de vigilancia electoral como
nunca ha existido antes, ya que contar
con la mayoría del electorado deberá
complementarse con la organización y el
desarrollo de una estrategia unitaria
para que la votación masiva esté
acompañada de una eficaz defensa del
voto.