PROCESOS
Captahuellas
¿Necesarias?
Para el uso confiable
de las captahuellas en los procesos electorales futuros es necesario
practicar una auditoría previa, que permita precisar la cantidad y la
calidad de las huellas que conforman la base de datos disponible, para
la aplicación adecuada de este sistema.
La precisión de la
cantidad no se limita a conocer el total de huellas disponibles. Es
necesario:
A.- Caracterizar la
base de datos desde el punto de vista del origen de las huellas, que en
el caso venezolano pudiera partir de cinco (5) fuentes distintas:
1)
Recabadas por el CNE durante elecciones anteriores;
2)
Provenientes del SAIME, de los operativos de emisión o actualización de
documentos de identificación (cédulas y/o pasaportes);
3)
Provenientes del SAIME, de bases de datos distintas a la de producción
de documentos de identificación;
4)
Provenientes de operativos del CNE exclusivos para recabar huellas;
5)
Otras fuentes.
B. Identificar
cantidad de huellas al nivel de Mesa de Votación.
C. Precisar cantidad
de registros disponibles en la base de datos para cada dedo del
elector.
La precisión de la
calidad de las huellas se debe llevar a cabo a través de procesamientos
exhaustivos. Entre los exhaustivos, debe compararse cada huella contra
todas las demás disponibles en la base de datos, para verificar que en
efecto cada uno de los registros corresponde a personas distintas. Para
ello, según los niveles de ajuste que se establezcan para ejecutar esta
comparación, quedarán registros que el sistema declarará como posibles
coincidencias y que sólo una revisión adicional –que requiere
normalmente un análisis dactiloscópico humano realizado por un experto –
podrá determinar si las huellas corresponden a la misma persona o no.
La información acerca
de las cantidades, descrita anteriormente, es fundamental para el diseño
estadístico de las muestras que permitirán practicar otros análisis
necesarios para determinar la calidad de las huellas; así mismo, será
necesario familiarizarse con los detalles de la tecnología de
“reconocimiento” o de comparación de los registros electrónicos, para
determinar los criterios que permitirán definir si las huellas tienen la
calidad adecuada. En todo caso, dicha calidad vendrá dada por la
capacidad de la huella registrada para permitir una comparación
electrónica, realizada por el sistema de la captahuella, con la huella
presentada en la mesa de votación. Para facilitar esta auditoría
muestral, se esperaría que el CNE identificara previamente en qué nivel
de “calidad” se encuentra cada huella, a fin de formular muestras
estadísticamente representativas para cada nivel, comprobando así la
eficacia del diseño tecnológico del cual depende el funcionamiento
adecuado de la nueva plataforma propuesta por el CNE, para ser aplicada
a partir de las elecciones del 07 de Octubre.
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